De los santos de enero, Vito
San Sebastián el primero (dla 20). Sin duda el santo más venerado en el Valle del Tiétar. Desde el siglo XVII, siglo de las pestes, que obligo a subir los pueblos sobre el nivel de los 800 m.s.n.m. raro es el pueblo que no conserva una escultura para invocarle santo protector. Antaño bailaban danzantes, sonaba el tambor y la gaitilla, explotaba el peorro y se daba la caridad del santo, pan y queso. Actualmente se hace la procesión y el hogar del pensionista se encarga del convite.